jueves, junio 07, 2007

Siempre hay una razón

A veces solemos olvidar que todo en la vida nos sucede por alguna razón que sólo Dios la conoce, en principio. Cuando supe que me quedaría sin trabajo y que a contar del 1 de junio pasaría a ser una más de los miles de desempleados de este país -no lo niego- me dio pena, pero por sobre todas las cosas, mucha rabia. Habían sido casi tres años de dedicación a un empleo que me gusta y nuevos dueños -pero viejos conocidos- se harían cargo del buque. En cierta medida, tampoco quería pertenecer a "esa tripulación". Más tarde los hechos me darían la razón.
Pero...¿que hacer? ¿por donde recomenzar una búsqueda que, a ratos, se hace extenuante y aveces parace ser estéril? Me desesperé por no encontrar prontamente un nuevo trabajo, aunque apenas llevo ocho días desocupada, pero que para mi han sido como ocho meses...no aguanto el encierro de mi casa, las labores del hogar, el negocio de mi tia....pero resisto, respiro profundo y camino paso a paso.
Así es como, de repente, han surgido algunas posibilidades, proyectos que me entusiasman bastante y que -por razones obvias- ahora no voy a comentar. He podido ver dónde estan mis verdaderos amigos y eso me reconforta. Carolina, Sandra, Susana, Cristian, Paola, Marcelo... han sido un verdadero apoyo en este tiempo y se los agradezco.
Por otro lado....ahora veo con más calma lo que me sucedió al no ser considerada en la nueva etapa del diario en que trabajaba....Dios Sabe por qué hace las cosas, vuelvo a repetirme y le agradezco a cada minuto que me haya salvado de la Hecatombe....

1 comentario:

Penélope dijo...

ay Clau! periodista que arranca, sirve pa otro medio!!! Estoy segura que las cosas marcharán mejor. Cuéntamelo TOOODO a penas comiences el proyect!