El fin de la convalescencia

Todo proceso tiene un principio y un final. En el caso de Linda, mi gata regalona, su operación de esterilización y extirpación de tumores en algunos ganglios, que se hizo a fines de mayo, ya terminó.

Pasamos muchas peripecias con mi gata loca, que se engrifaba cada vez que se veía cerca de la clinica veterinaria donde la doctora la esperaba para sus curaciones. Con el tiempo, con mi tía empezamos a curarla en casa e ir cada vez menos a la veterinaria, con los sendos berrinches que Linda hqacía cada vez que la poníamos de espaldas para proceder a curarla, sobre todo de la herida de la extipación de los tumorcitos, donde le quedó un hoyito que lentamente fue cerrando...muuuuyy lentooo...

Pero ya eso es historia y Linda ha vuelto a las andadas, salta, trepa, come como antes (y vaya que come! jajaja). Mi gata loca está recuperada y eso me tiene feliz. Ahora, les muestro su apariencia actual.